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Información general

El Camino goza de buena salud…

Hace unos días celebrábamos las primeras 1000 visitas a este blog y hoy, haciéndome eco de este número, quiero aprovechar para trasladar aquí algo que he leído recientemente estos días sobre El Camino de Santiago y es que, durante el mes de Junio, se ha alcanzado de media la cifra de 1000 peregrinos al día que han llegado hasta Santiago de Compostela.

Sin duda es una grata coincidencia que permite constatar que tanto este blog como la Ruta Jacobea gozan de muy buena salud.

Es una gran quimera, ya lo sé, pero quien sabe si algún día este blog alcanzará una cifra de visitantes/día similar, jejeje… De momento el día que más visitantes tuvo el blog fue el pasado 26 de Mayo con una cifra de 69. Espero batir este «record» pronto, ya os tendré informados a todos los que seguís el blog. Un saludo a tod@s.


Xacobeo

Sin duda casi todos habremos oído hablar frecuentemente del Año Xacobeo, o Año Santo, en relación al Camino de Santiago. Pero, ¿en qué consiste o qué es realmente un Año Xacobeo?.

Se denomina Año Santo Jacobeo (en gallego, Ano Santo Xacobeo) al año en que el 25 de julio (festividad de Santiago Apóstol) cae en domingo. Esto sucede con una cadencia regular de 6-5-6-11 años, de modo que cada siglo se celebran catorce Años Santos Jacobeos. En estos años, se puede obtener el llamado Jubileo.

El caso es que fue el Papa Calixto II, en 1122, quien, dada la magnitud que alcanzaba la peregrinación a Santiago, decidió distinguir al santuario compostelano con el «Privilegio jubilar» o de los «Años Santos», dispensador de gracias muy singulares. Él mismo había sido con anterioridad peregrino hasta Santiago de Compostela cuando ocupaba la silla arzobispal de Francia. Ratificada esta concesión por Alejandro III por la Bula Regis Aeterna en 1179, se establece en ella que serán «Años Santos Compostelanos» aquellos en los que el día 25 de julio, festividad del martirio de Santiago, coincida en domingo.

Para conseguir el Jubileo se establecieron estos requisitos:

  1. Visitar Santiago de Compostela, en Galicia, España.
  2. Rezar alguna oración (al menos, el Credo, el Padrenuestro y pedir por las intenciones del Papa). Se recomienda asistir a la Santa Misa.
  3. Recibir los sacramentos de la penitencia (puede ser quince días antes o después) y de la comunión.

Es costumbre, además, atravesar la Puerta Santa de la Catedral, aunque no sea un requisito. La Puerta Santa se abre el 31 de diciembre del año anterior al Xacobeo y permanece abierta durante todo el año Jubilar.

Puerta Santa
Puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela

La gracia del jubileo consiste fundamentalmente en una indulgencia plenaria (completa) para el perdón de la pena temporal que merecen los pecados.

Los últimos años santos han sido 1993, 1999, 2004 y 2010. El próximo será en 2021.

La cadencia 6-5-6-11 de los años jacobeos tiene su explicación en el ritmo de los años bisiestos y en el hecho de que la semana tiene 7 días. Si no hubiera años bisiestos tendríamos año jacobeo cada 7 años.

Conviene advertir que si existe alguna alteración en la secuencia de bisiestos automáticamente se alterará la cadencia de los años jacobeos. Esto sucedió con la Reforma Gregoriana del año 1582 y sucede, en consecuencia, también en los años centenarios que no sean múltiplos de 400.

Aparte de celebrarse en Santiago de Compostela también es celebrado en Gáldar (Gran Canaria) y en Santiago de Tunte (Gran Canaria).

Si el peregrino no puede llegar hasta Santiago, también puede ganar el Jubileo entrando por la Puerta del Perdón, en la iglesia de Santiago de Villafranca, en León, y cumpliendo el resto de requisitos.


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Reseña y evolución histórica del camino

Tras el descubrimiento del sepulcro del Apóstol Santiago en la actual Compostela a principios del siglo IX, el lugar se transforma en destino de peregrinación para millones de europeos durante la Edad Media. Los nobles y reyes de los pequeños reinos cristianos de la península Ibérica favorecieron el desarrollo de la ruta de peregrinación, que se convirtió en el cordón umbilical con el resto de la Europa cristiana. La marea de peregrinos era tal, que algunos años superaban en número a la población de las principales ciudades del Camino.
Esta eclosión fue precedida por el cambio y afianzamiento de trazado que tuvo lugar a principios del siglo XI, cuando Sancho el Mayor de Navarra y Alfonso VI de León deciden que la ruta de peregrinación principal discurra por las tierras que estaban siendo reconquistadas. El nuevo Camino, además de ruta de peregrinación, se convierte en torrente de cultura, arte, comercio y repobladores, que llegan de toda Europa. A partir del siglo XVI, las guerras de religión y el desinterés llevan al olvido a la ruta jacobea. Algunos años, los peregrinos se pueden contar con los dedos de las manos.

Tumba del apóstol
Aspecto del Sarcófago con los restos del Apóstol Santiago

A partir de los años setenta del siglo XX, comienza un resurgir del Camino, gracias al empeño de anónimos amantes del Camino, un nuevo interés de las administraciones, las visitas del Papa a Santiago en los años ochenta y el renovado esfuerzo de la Iglesia, el desarrollo de múltiples asociaciones y cofradías y la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Los peregrinos del siglo XXI, hartos de la sobrecarga materialista, buscan un refugio ante el mundo que nos asfixia, y se ponen en marcha hacia Santiago. El año 2010 llegaron a Santiago 270.818 peregrinos de un centenar de países a pie, en bicicleta o a caballo, más una marea humana diaria imposible de contar de peregrinos en vehículos particulares o autobuses. En los últimos años, además, la cifra aumenta en torno a un 10% respecto al año anterior. Peregrinos que buscan y encuentran en el Camino abnegación, esfuerzo, espiritualidad, aventura, solidaridad, compañerismo, sudor, lágrimas y alegrías y mucho camino por andar.


Cuidado con los Chinches

No hay que alarmarse pero hay que advertirlo: en el Camino de Santiago hay chinches. Como en todo lugar de aglomeraciones continuas y a veces poco higiénicas, los chinches llegaron hacia el 2005 al Camino de Santiago (al Camino Francés desde antes de Roncesvalles hasta Santiago, de momento y de manera puntual en el Camino Portugués desde 2010) y, por mucho que se afirme, parece ser que no se ha conseguido extinguir la plaga. Sobreviven mucho tiempo sin comer, se puede fumigar un albergue pero al día siguiente pueden llegar chinches en las mochilas de los peregrinos… y así es casi imposible erradicarlos.

De momento, hasta el pasado año 2010 ha continuado habiendo chinches. Por suerte, afectan a muy, muy pocos peregrinos, aunque nadie está libre de sufrir las picaduras.

No está de más el echar una mirada vigilante en los albergues y avisar de cualquier atisbo de plaga al hospitalero o al encargado. El 90% de los chinches se encuentran en albergues poco higiénicos y alrededor de las camas y colchones. No hay que olvidar tampoco que la higiene personal es fundamental, duchándose y lavando la ropa al final de cada etapa tendremos mucho ganado a este respecto. Las secadoras de los albergues, que superan los 60 grados, no son mala ayuda contra los chinches tampoco.

En cualquier caso, como he dicho al principio de esta entrada, no hay que alarmarse pero tampoco hay que ignorar esta eventualidad y conviene mantenernos al menos atentos a ella, cuidando nuestra higiene como lo haríamos en nuestra propia casa.


Para los Cinéfilos

Para los que, como yo, os guste el séptimo arte quiero comentar que hace unos días vi una película que se desarrolla a lo largo de El Camino de Santiago.

Sí, ya sé que algunos estaréis pensando en esa «comedieta» española llamada Al final del Camino que se estrenó el año pasado con motivo del Xacobeo 2010 gracias a la posibilidad que brindan las subvenciones oficiales de perpetrar truños infumables como éste.

No, no quiero hablaros de la citada «españolada», sino de una coproducción española y americana que tiene por título THE WAY.

The Way
Cartel de la película The Way (2010)

He de decir que, tras ver la película, aumentaron mis ganas de realizar el camino y en realidad no sabría decir por qué, simplemente me inspiró una sensación de paz y sosiego que creo fue lo que me cautivó. Al margen de ello me gustó también la fotografía y los distintos parajes y situaciones retratados en la película, si bien la parte del gitanillo ladrón me pareció algo forzada (si veis la película lo entenderéis).

Bueno, simplemente quería dejar aquí esta recomendación cinematográfica y para los que quieran hacerse una idea dejo a continuación el trailer oficial de la película.

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Los que queráis una ficha más detallada sobre la película, podéis consultarla haciendo click aquí.

Y los más audaces podéis dar una vuelta por esta otra web, haciendo click aquí, donde os espera una sorpresa. Creo que por esto la «ministra» de cultura podría meterme en la cárcel, esperemos que no sea en la segunda quincena de agosto, jejeje…

Un saludo, cinéfilos.


Ultreia / Buen Camino

Ultreia o ultreya (del latín ultra -más allá- y eia -interjección para mover-) es un saludo entre peregrinos del Camino de Santiago. También sirve para animarse unos a otros en sus jornadas a pie (o en caballo o bicicleta) por los Caminos a Santiago.

Viene a significar «Vamos más allá», «Vaya adelante», «Date prisa, sigue adelante» (hacia Santiago de Compostela). En el presente no es un saludo muy habitual, siendo más común el de «¡Buen Camino!».

Este saludo jacobeo se tomó del Codex Calixtinus. Aparece en la parte musical del apéndice II, dentro del «Dum pater familias» («Mientras el padre de familia» o «Cuando aquel buen Padre»), conocido como «Canción de los peregrinos flamencos» o «Canto de Ultreya», himno o canto de los peregrinos a Santiago.

Parece ser que antiguamente los peregrinos se saludaban diciendo «Ultreia, suseia, Santiago» («Ánimo, que más allá, más arriba, está Santiago»). También se ha sugerido que cuando un peregrino saludaba a otro diciéndole «Ultreia» («Vamos más allá») el otro le respondía con «Et suseia» («Y vamos más arriba»).


La Compostela

Desde que la peregrinación a la Tumba de Santiago, surgida espontáneamente a lo largo de los siglos IX y X, se institucionalizó adquiriendo determinadas consideraciones sociales y religiosas, fue necesario acreditar haberla cumplido. Para ello, primero, se utilizaron las insignias que se adquirían únicamente en Santiago consistentes en la venera o concha de vieira.

Es fácil deducir la facilidad de falsificar esta rudimentaria certificación. Falsificación que se dio efectivamente, obligando a los prelados de Compostela y al mismísimo Papa a decretar penas de excomunión contra los falsificadores. Más eficaz, por ser más difíciles de falsificar, fueron las llamadas cartas probatorias, que ya se expedían en el siglo XIII. Estas cartas son el origen directo de La Compostela. En el siglo XVI los Reyes Católicos constituyeron la Fundación del Hospital Real y para él hicieron construir el edificio que hoy ocupa el Hostal de los Reyes Católicos, convertido el año 1954 en hotel de gran lujo. Los peregrinos al presentar La Compostela, adquirían el derecho a ser hospedados gratuitamente durante tres días. Las necesidades sanitarias de los peregrinos convirtieron a la institución, tras las necesarias ampliaciones, en el hospital mas importante de Galicia y, más tarde, en sede de la famosa escuela médica compostelana.

La aparición de los vehículos a motor y, ya en nuestro siglo, la popularización del turismo, significó una cierta crisis para la peregrinación. El esfuerzo y sacrificio en expiación de los pecados que hasta este momento significó la peregrinación, dejaban el paso a una actividad placentera y agradable en que emplear las vacaciones. Las autoridades civiles en otros santuarios comenzaron a expedir certificados de estas visitas imitando a La Compostela. (Tal es el caso de Tierra Santa, donde expide un certificado el Ministerio de Turismo israelí.). Gracias a Dios el Cabildo de la Iglesia Metropolitana de Santiago siguió expidiendo el certificado y reclamando, aunque con escaso éxito, el cumplimiento del deber fundacional por parte del hoy Hostal de los Reyes Católicos. No obstante, la Catedral actualmente limitó la «Compostela» a aquellos que acuden a la Tumba del Apóstol por motivo religioso y a pie, en bicicleta o a caballo. Para ello se exige haber recorrido como mínimo los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo o también los últimos 200 en bicicleta, quedan excluidas, por tanto, otras formas de desplazamiento para acceder a la Compostela, excepto cuando se trate de discapacitados que pueden venir en silla de ruedas sin motor.

Compostela
La Compostela

La traducción al idioma español del texto dice así:

El Cabildo de esta Santa Apostólica y Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana custodio del sello del Altar de Santiago Apóstol, a todos los Fieles y peregrinos que llegan desde cualquier parte del Orbe de la Tierra con actitud de devoción o por causa de voto o promesa peregrinen hasta la Tumba del Apóstol, Nuestro Patrón y Protector de las Españas, acredita ante todos los que observen este documento que: D. …………… ha visitado devotamente este sacratísimo Templo con sentido cristiano (pietatis causa).

En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia.

 Dado en Santiago de Compostela el día………mes……………año del Señor……….

El Canónigo Diputado para los Peregrinos


La Credencial del Peregrino

La credencial del peregrino es un documento que se entrega a los peregrinos que quieren recorrer el Camino a pie, en bicicleta o a caballo, y es necesario para tener acceso a los albergues y para obtener la compostela. Se puede solicitar con antelación en cualquier asociación de amigos del Camino o bien en la parroquia de nuestra población. También se entrega en los albergues públicos de las localidades en las que es habitual iniciar el Camino: Roncesvalles, Montserrat, Jaca (iglesia de Santiago), Pamplona, Puente la Reina, Estella, Logroño, Santo Domingo de la Calzada, Burgos, León, Astorga, Ponferrada, O Cebreiro, Samos, Sarria, etc.

Ya en el Camino, este documento sólo tendrá validez si está debidamente datado y sellado. Así pues, a lo largo de recorrido hemos de solicitar que nos pongan el sello y la fecha allí donde pernoctemos.

La Credencial
Aspecto de una credencial con los distintos sellos datados

No se debe olvidar sellar la credencial en el pueblo o ciudad desde donde empezamos el Camino aun cuando no se haga noche allí. Si el albergue está cerrado, se puede también solicitar en cualquier hotel, bar, comercio, oficina de correos, etc.


Los Albergues

Para los que, como yo, es la primera vez que realizamos el camino hay ciertas cuestiones generales que desconocemos, si bien no resulta complicado reunir información sobre ellas. A este respecto una de las cosas que conviene tener claro antes de partir es el funcionamiento de los albergues existentes a lo largo del camino.

La mayor parte de los albergues son para uso exclusivo de los peregrinos que van a pie, en bicicleta o a caballo, y es necesario presentar la credencial del peregrino para tener acceso a ellos. Podemos distinguir básicamente entre dos tipos de albergues: los albergues públicos y los albergues privados. Los albergues públicos son aquellos cuya titularidad pertenece a una administración pública (ayuntamiento, comunidad autónoma…), o bien a una entidad religiosa (parroquia, comunidad…), o bien son administrados por alguna asociación, junta vecinal, etc. Los albergues privados son aquellos cuya titularidad pertenece a un particular. Cada albergue, tanto si es público como privado, tiene sus peculiaridades, características y normativas de funcionamiento propias.

Por regla general, las plazas se asignan por orden de llegada, con preferencia para los que van a pie. En principio, sólo se permite pernoctar una noche, aunque se hacen excepciones en casos justificados. Los albergues públicos no admiten reserva, al contrario que la mayor parte de los albergues privados. En algunos albergues públicos sólo se pide un donativo voluntario, el cual se destina a cubrir los gastos de limpieza y mantenimiento, mientras que en los otros el precio suele situarse entre los 3 y los 6 euros. En los albergues privados el precio habitual suele estar entre los 6 y los 10 euros.

Casi todos los albergues disponen de lavabos, duchas con agua caliente y espacios para lavar la ropa y tenderla. Algunos tienen una cocina con enseres a disposición de los peregrinos. Cada día es más frecuente que también dispongan de lavadora y secadora (servicios de pago), y de acceso a internet. Hay albergues bastante modestos, pero debemos tener presente que son el fruto del trabajo desinteresado de muchas personas con el único objetivo de servir y dar descanso a los peregrinos.