'si estás aquí, será por algo'

Historia

Xacobeo

Sin duda casi todos habremos oído hablar frecuentemente del Año Xacobeo, o Año Santo, en relación al Camino de Santiago. Pero, ¿en qué consiste o qué es realmente un Año Xacobeo?.

Se denomina Año Santo Jacobeo (en gallego, Ano Santo Xacobeo) al año en que el 25 de julio (festividad de Santiago Apóstol) cae en domingo. Esto sucede con una cadencia regular de 6-5-6-11 años, de modo que cada siglo se celebran catorce Años Santos Jacobeos. En estos años, se puede obtener el llamado Jubileo.

El caso es que fue el Papa Calixto II, en 1122, quien, dada la magnitud que alcanzaba la peregrinación a Santiago, decidió distinguir al santuario compostelano con el «Privilegio jubilar» o de los «Años Santos», dispensador de gracias muy singulares. Él mismo había sido con anterioridad peregrino hasta Santiago de Compostela cuando ocupaba la silla arzobispal de Francia. Ratificada esta concesión por Alejandro III por la Bula Regis Aeterna en 1179, se establece en ella que serán «Años Santos Compostelanos» aquellos en los que el día 25 de julio, festividad del martirio de Santiago, coincida en domingo.

Para conseguir el Jubileo se establecieron estos requisitos:

  1. Visitar Santiago de Compostela, en Galicia, España.
  2. Rezar alguna oración (al menos, el Credo, el Padrenuestro y pedir por las intenciones del Papa). Se recomienda asistir a la Santa Misa.
  3. Recibir los sacramentos de la penitencia (puede ser quince días antes o después) y de la comunión.

Es costumbre, además, atravesar la Puerta Santa de la Catedral, aunque no sea un requisito. La Puerta Santa se abre el 31 de diciembre del año anterior al Xacobeo y permanece abierta durante todo el año Jubilar.

Puerta Santa
Puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela

La gracia del jubileo consiste fundamentalmente en una indulgencia plenaria (completa) para el perdón de la pena temporal que merecen los pecados.

Los últimos años santos han sido 1993, 1999, 2004 y 2010. El próximo será en 2021.

La cadencia 6-5-6-11 de los años jacobeos tiene su explicación en el ritmo de los años bisiestos y en el hecho de que la semana tiene 7 días. Si no hubiera años bisiestos tendríamos año jacobeo cada 7 años.

Conviene advertir que si existe alguna alteración en la secuencia de bisiestos automáticamente se alterará la cadencia de los años jacobeos. Esto sucedió con la Reforma Gregoriana del año 1582 y sucede, en consecuencia, también en los años centenarios que no sean múltiplos de 400.

Aparte de celebrarse en Santiago de Compostela también es celebrado en Gáldar (Gran Canaria) y en Santiago de Tunte (Gran Canaria).

Si el peregrino no puede llegar hasta Santiago, también puede ganar el Jubileo entrando por la Puerta del Perdón, en la iglesia de Santiago de Villafranca, en León, y cumpliendo el resto de requisitos.


La BERENGUELA: historia de una Campana

Son muchas las historias, los mitos y leyendas alrededor del Camino de Santiago. Sin duda, una de las más curiosas y originales es la que rodea las vicisitudes sufridas por La Berenguela, una de las campanas de la Catedral de Santiago que hoy quiero incorporar al blog.

La Berenguela
La Berenguela y sus «hermanas pequeñas»

LAS CAMPANAS DE SANTIAGO QUE ALUMBRARON UN DÍA EN CÓRDOBA A ALÁ

Nos cuenta la historia que, en el año 976, HIXEN II reinaba como Califa en Córdoba. Tenía este Califa un célebre Ministro General de la España Árabe, hijo del Cadí (Juez-Alcalde-Gobernador) de Córdoba ABU HAFS ABD ALLAH y de la bella BORAHIA, hija a su vez del Letrado ABEN BARTAL, llamado IBN ABI AMIR, que en año 981, tomó el nombre de AL-MANSUR (“EL VICTORIOSO”). Con ese nombre será citado en la oración de los viernes detrás del nombre del Califa.
Almanzor obtuvo, en 25 años, más de 50 victorias sobre los cristianos que le temían más que a una vara verde.
Quizás una de las victorias más señaladas tuvo lugar el año 999: saqueó SANTIAGO DE COMPOSTELA y se trajo como botín de guerra las CAMPANAS DE LA BASÍLICA, a hombros de esclavos cristianos, para ponerlas como LÁMPARAS en el “MIHRAB” DE LA MEZQUITA DE CÓRDOBA, lugar de oración de los musulmanes, cinco veces al día, a su Dios ALÁ, según prescribe MAHOMA en el CORÁN.
Al Califa le agradó tanto la ocurrencia de Almanzor que le obsequió con un palacete en la costa de Málaga llamado TORROX (Hoy día es el faro de Torrox costa).
.
LA RECONQUISTA DE LAS CAMPANAS
.
En el año 1002, el REY ALFONSO V, DE LEÓN, el REY GARCI, DE NAVARRA y LOS CONDES MENENDO, DE GALICIA y FERNÁNDEZ, DE CASTILLA coaligaron un ejército de cristianos, 8.716 soldados de a pie y 2.700 de a caballo. Entraron en Córdoba, saquearon la ciudad y recuperaron las campanas, que fueron llevadas de vuelta a SANTIAGO, también a hombros, pero de infieles (musulmanes). Almanzor los persiguió, llegó hasta SANTIAGO y les presentó batalla; pero su estrella se había apagado, y murió a consecuencia de una grave y antigua enfermedad que sufría; era su viaje Nº 56, de vuelta de otra razzia contra la comarca riojana de Castilla. Los cristianos quisieron presentarlo como un castigo de Dios por haber saqueado y destruido el monasterio de San Millán de la Cogolla, y como consecuencia de las heridas sufridas en una batalla supuestamente entablada en CALATAÑAZOR (Soria).
 
(Este relato ha sido entresacado de la GRAN ENCICLOPEDIA DEL MUNDO de DON RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL, Editorial MARÍN, S.A., Tomo 1, página 1.847)
 

Entorno a este hecho histórico, existe  una leyenda que asegura que cuando Almanzor entró en la Catedral, ante la tumba del Apóstol se encontró con un anciano fraile haciendo oración, el hombre estaba arrodillado. Asegura la leyenda que se trataba del mismo Obispo de Iria, Pedro de Mezonzo. El caso es que la ferocidad del caudillo se tornó súbitamente en mansedumbre o temor, al punto de que respetó el sepulcro y el fraile, retirándose sigilosamente, no sin antes dar de beber a su caballo el agua bendita de la pila bautismal.El resto del templo no corrió la misma suerte: Fue totalmente destruido y saqueado.

También hay algo de desacuerdo sobre qué se hizo con las campanas en Cordoba, y teniendo en cuenta que no solo fueron robadas las campanas de Santiago, sino todas las de las iglesias de la ruta que Almanzor iba siguiendo hasta compostela; la cantidad de bronce sumado en total, de regreso a Cordoba seria muy abundante. Bien, la basilica compostelana que ardio en esa ocasion era de estilo prerromanico de finales del siglo X, por lo tanto,hay que imaginarse un edificio modesto que contaria con una espadaña lateral no muy ostentosa con un carrillon de unas 11 campanas mas bien modestas.
Las cronicas hablan que dado el tamaño de tales campanas eran adecuadas para servir de lamparas de aceite para iluminar la mezquita(entiendase que se les dio la vuelta sobre unos tripodes y se llenaron de aceite.)y con el resto de las campanas saqueadas en tierras cristianas,hicieron puertas para la mezquita. Otro detalle; tras la reconquista de la ciudad por parte de Fernando III El Santo, se quiso recompensar a la mitra compostelana con nuevas campanas, para lo cual se refundieron si pero en esos nuevos moldes se vertio el bronce de las campanas que habian sido recicladas como lamparas y el bronce de las puertas de la mezquita.
La historia no acaba aqui. Las campanas actuales de la catedral de Compostela(torre sur del obradoiro y torre berenguela)no son ni de lejos, éstas nuevas campanas refundidas en Cordoba. Aquí esta la respuesta: durante la transformacion barroca del siglo XVI se erigio una nueva torre en la catedral, que llamamos hoy del reloj, la cual necesitaba una gran campana, bien se consiguio rompiendo las 11 nuevas que habian llegado desde Cordoba para hacer la monumental»campana de Berenguela», la cual descansa hoy sobre un pedestal en una esquina del claustro tras ser reemplazada por una copia hecha en Holanda cuando la original se agrieto.

Actualmente se conoce como Berenguela la campana mayor de la torre del reloj, que marca las horas. La original fue fundida en 1729 por Güemes Sampedro, fundidor asimismo, de una de las campanas de la Catedral de Burgos, la Santa Bárbara. El peso aproximado de la campana es de 9600 kilos, tiene un diámetro de 255 cm. y una altura de 215 cm.. La afinación era en Do grave. La campana original está rota, su rotura fue debida a un agrietamiento desde arriba a abajo por expandirse el asa badajera a causa de la humedad. Tiene diferentes motivos, entre los que se encuentran una cruz patriarcal con calvario, cuadro sobre la batalla de Clavijo, las tres Marías, sepulcro de Santiago con 7 candeleros encima, una vieira y diversas imágenes entre ellas la de Santiago y Santa Bárbara. Fue sustituida por una réplica, como ya se ha comentado, que se fundió en Holanda por Eijsbouts. Dicen los mayores que cuando sonaba la Berenguela, su tañer, se podía escuchar desde Bastavales pero la que ahora ocupa su sitio no tiene el mismo carácter que la original.


Algo más de Historia: Aymeric Picaud

Tal vez éste sea un nombre que resulte desconocido, pero se trata de un personaje de gran trascendencia en la difusión y desarrollo de la Ruta Jacobea, pero ¿quién fue Aymeric Picaud?

Aymeric Picaud, clerigo de Poitou, peregrinó a Santiago de Compostela. Realizo una segunda peregrinación para escribir el Liber Peregrinationis. Este es una especie de guía del Camino de Santiago que acabó hacia el año 1140, incluida en el libro V del Códex Calixtinus, del que ya se habló en otra entrada del blog, también llamado «Liber Sancti Jacobi». Es considerada la primera guía turística de la historia.

El Liber Peregrinationis incluye un pormenorizado y exacto estudio del Camino de Santiago, con una visión muy particular, y en muchos casos despectiva de los pueblos ibéricos que atravesaba el Camino, reflejada en gran cantidad de detalles anecdóticos, descripciones de pueblos, avisos de peligros, etc., que actualmente son el mejor testimonio para el estudio de aquella etapa histórica.

Picaud dividía el itinerario, a través del camino francés, en trece etapas perfectamente delimitadas, cada una de las cuales se hacía en varios días, según el ánimo de cada grupo de peregrinos, a razón de unos 35 kilómetros diarios a pie, o casi el doble si era el caballo el medio de locomoción elegido. Señala las distancias entre pueblos, los santuarios y monumentos del trayecto, e incluye observaciones sobre gastronomía, potabilidad de las aguas, carácter de las gentes y costumbres de los pueblos.

En el año 1139 ó 1140, Aymeric Picaud lleva a Santiago el Códex Calixtinus, que él mismo escribió. Este códice fue atribuido por los monjes de Cluny al Papa Calixto II, fallecido en 1124, de ahí su nombre.


El Codex Calixtinus – La primera Guía del Camino

El Codex Calixtinus o Códice Calixtino es un manuscrito iluminado de mediados del siglo XII conservado en la Catedral de Santiago de Compostela.

Consta de varios libros (concretamente 5 y dos apendices). El más interesante, desde el punto de vista del peregrino es el quinto, Iter pro peregrinis ad Compostellam, que constituye una especie de guía para los peregrinos que seguían el Camino de Santiago en su viaje a Santiago de Compostela, con consejos, descripciones de la ruta y de las obras de arte así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino. También contiene sermones, milagros y textos litúrgicos relacionados con el Apóstol Santiago.

Aunque a veces se denomina al Codex Calixtinus como Liber Sancti Iacobi, conviene distinguir entre ambos conceptos. El Liber Sancti Iacobi representa el contenido del libro, del cual se gestaron varios manuscritos, el más notable de los cuales es el Codex Calixtinus custodiado en la catedral de Santiago de Compostela.

La compilación que conocemos como Liber Sancti Iacobi fue redactada en diversas épocas y de forma independiente y podría estar ya configurada hacia el año 1140.

Códice Calixtino
Una de las hojas del Códice Calixtino en la que aparece el Apóstol Santiago

Como ya se ha comentado el Codex Calixtinus consta de cinco libros y dos apéndices, con un total de 225 folios de pergamino escritos en las dos caras, con un tamaño de 295 x 214 mm. Salvo excepciones, el texto es siempre a una columna, con 34 líneas por página.

Una supuesta Carta del papa Calixto II constituye el comienzo del códice, ocupando sus dos primeros folios. El autor dice ser el papa Calixto II y relata cómo recogió numerosos testimonios de milagros realizados por el apóstol Santiago «recorriendo las crueles tierras y provincias durante 14 años». También explica cómo el manuscrito sobrevivió a todos los peligros posibles, desde incendios a inundaciones. La carta va dirigida a «la muy santa asamblea de la basílica de Cluny» y a «Diego Gelmírez, arzobispo de Compostela». Se cree que los copistas incluyeron esta carta al comienzo del manuscrito para dar más importancia a su trabajo, quedando la intervención directa del papa, quién ya había muerto en 1124, completamente descartada.

El Codex Calixtinus fue copiado por al menos cuatro manos, dos de ellas muy similares. Al autor principal se le conoce con el nombre de Scriptor I.

El manuscrito original constaba de 27 cuadernos: el primero era un quinión y el resto eran cuaterniones. Ya en época antigua se produjeron cambios en algunos cuadernos que alteraron la estructura del códice. Después, hacia el siglo XV se perdió el folio 220, que originariamente iría en blanco y pertenecería al último cuaderno. También debió perderse un folio, así mismo en blanco, que antecedía al actual folio 1. De ser esto cierto, el manuscrito llevaba, como era usual, el primer y el último folio en blanco sirviendo como guardas.

A esta estructura primitiva del códice se añadió, posiblemente en la encuadernación realizada a finales del siglo XII, un segundo apéndice (Apéndice II).

El libro IV fue separado del manuscrito en 1609, lo que suposo estropear los cuadernos 20, 21 y 24, siendo ambos volúmenes encuadernados por separado por Alonso Rodríguez León. Finalmente, el libro IV fue agregado de nuevo al manuscrito durante la restauración de 1966, lo que exigió varios arreglos al ser reencuadernado el códice. En la misma restauración se recortaron las hojas que eran más grandes y sobresalían del resto.

Las anotaciones marginales que los canónigos de Compostela dejaron en el manuscrito, demuestran que el códice fue usado y leído ininterrumpidamente, al menos, hasta mediados del siglo XVI. Sin embargo, parece que a principios del siglo XVII el manuscrito dejó de interesar, cayendo en el olvido durante muchos años.

En la segunda mitad del siglo XIX, el manuscrito fue redescubierto por el canónigo archivero de la Catedral de Compostela, Antonio López Ferreiro. Sin embargo, fue dado a conocer públicamente por el jesuita Fidel Fita y Aureliano Fernández Guerra. En 1879, se trasladaron a Santiago en un viaje de estudio y peregrinación. Al año siguiente, en 1880, publicaron un libro acerca de su viaje a Santiago (Recuerdos de un viaje a Santiago de Galicia), dedicando los capítulos X y posteriores a la descripción y estudio del Codex calixtinus. El libro incluía una fotografía del himno Dum Paterfamilias y una transcripción de su texto, así como varios versos del himno Ad honorem Regis summi.


El Origen del Camino, más detalles

Para los enamorados de la historia, a pesar de que en una entrada anterior ya se había esbozado el origen histórico del Camino de Santiago, hoy quiero con esta entrada aportar algunos datos más al respecto, para conocer con mayor detalle sus orígenes.

Corría el año 813 cuando un pastor, de nombre Pelayo, como el mítico rey de los astures, deambulaba por los bosques cercanos al monte Libradón. Era noche cerrada cuando vio un campo de estrellas señalando un lugar entre los bosques. Las estrellas se precipitaban del cielo a la tierra en cascada, como si pretendieran indicarle que algo ocurría en aquel lugar. Sin osar acercarse a descubrirlo, corrió a Iria Flavia, la actual Padrón, para informar al obispo Teodomiro, que acudió a visitar el misterioso lugar.

Al llegar al lugar que marcaban las estrellas, encontró un arca de piedra con unos restos humanos en su interior. Por una revelación divina, supo inmediatamente que aquellos eran los restos del apóstol Santiago y así lo declaró. El rey astur Alfonso II el Casto fue informado y mandó construir una sencilla iglesia de ladrillo para proteger el enterramiento. A ese templo siguieron muchos otros, cada vez mayores y más elaborados, hasta llegar a ser la catedral magnífica que conocemos hoy.

Pórtico de la Gloria
Catedral de Santiago de Compostela – Pórtico de la Gloria

Pero la leyenda no comienza aquí, porque ¿cómo llegaron los restos de Santiago hasta aquella ubicación? Pues bien, Santiago el Mayor murió decapitado en Jerusalén en el año 42 por orden de Herodes Agripa. Según la tradición, sus discípulos robaron su cuerpo y lo trasladaron en un viaje marítimo de siete días de duración hasta la desembocadura del río Ulla, la actual ría de Arousa. Santiago había predicado en la península Ibérica y la tradición obligaba a que cada apóstol fuera enterrado en las tierras donde había predicado en vida. La reina local, Lupa, fue convencida mediante varios hechos milagrosos de que aquel era el cuerpo sin vida de Santiago, por lo que accedió a darle sepultura en el lugar donde siete siglos después lo descubrió Pelayo.

Para entender el significado de un hecho tan lejano, entre la leyenda y la realidad, hay que ponerse en la situación histórica de aquellos momentos.  En el primer tercio del siglo IX la península Ibérica se encontraba prácticamente dominada por la invasión musulmana.  Sólo unos pequeños reinos cristianos resistían el empuje en las montañas de la Cornisa Cantábrica.  Mientras los mahometanos unificaban sus fuerzas al grito de Mahoma, el bando cristiano no tenía un líder carismático, una figura que representara sus ideales. Gracias al sepulcro recién hallado, el bando cristiano disponía  por fin de una figura capaz de unificar la lucha contra el enemigo común.  Pocos años después, en el 844, el rey Ramiro I de Asturias se enfrentó en Clavijo, cerca de la actual Logroño, a las tropas musulmanas de Abderramán II en clara desventaja numérica.  Entre el fragor de espadas y lanzas, el Apóstol Santiago apareció sobre un caballo blanco, ayudando a los cristianos a vencer contra todo pronóstico. El mito jacobeo traspasó definitivamente los Pirineos.

Santiago Matamoros
Catedral de Burgos – Representación de Santiago (Matamoros) a lomos de su caballo «blanco»

Peregrinos de toda Europa comenzaron a caminar en dirección a la capital gallega.  La iglesia de ladrillos de barro fue poco a poco convirtiéndose en una catedral de grandes proporciones.  Los primeros peregrinos recurrían a viejas calzadas romanas, sobre todo a la Via Aquitania, que unía Burdeos con Astorga a través de Vitoria y Briviesca.  Aprovechando que la Reconquista desplazaba la frontera con el mundo del Islam cada vez más al sur, los reyes fundaron ciudades (Estella, Puente la Reina) para repoblar sus nuevos territorios y abrieron un nuevo camino que discurre aún por Pamplona, Logroño y León.  Terminaría conociéndose como Camino Francés.

Faltaba aún el impulso definitivo de la Iglesia. En el año 1122, el Papa Calixto II instituyó el Año Santo Jacobeo, aquel en el que el dia 25 de Julio, festividad del Apóstol Santiago, cae en Domingo.  Su sucesor, Alejandro III, dictó en 1179 en Viterbo la bula Regis Aeterna, por la que se otorga indulgencia plenaria (perdón a todos sus pecados) a quienes visiten el templo compostelano durante esos años santos.  Un embajador del emir Alí Ben Yusuf narraba en el siglo XII:  “Es tan grande la multitud de peregrinos que van a Compostela y de los que vuelven, que apenas queda libre la calzada hacia Occidente”.

Hoy, nueve siglos después, si aquel musulmán levantara la cabeza, no vería una estampa muy diferente de aquella.


Reseña y evolución histórica del camino

Tras el descubrimiento del sepulcro del Apóstol Santiago en la actual Compostela a principios del siglo IX, el lugar se transforma en destino de peregrinación para millones de europeos durante la Edad Media. Los nobles y reyes de los pequeños reinos cristianos de la península Ibérica favorecieron el desarrollo de la ruta de peregrinación, que se convirtió en el cordón umbilical con el resto de la Europa cristiana. La marea de peregrinos era tal, que algunos años superaban en número a la población de las principales ciudades del Camino.
Esta eclosión fue precedida por el cambio y afianzamiento de trazado que tuvo lugar a principios del siglo XI, cuando Sancho el Mayor de Navarra y Alfonso VI de León deciden que la ruta de peregrinación principal discurra por las tierras que estaban siendo reconquistadas. El nuevo Camino, además de ruta de peregrinación, se convierte en torrente de cultura, arte, comercio y repobladores, que llegan de toda Europa. A partir del siglo XVI, las guerras de religión y el desinterés llevan al olvido a la ruta jacobea. Algunos años, los peregrinos se pueden contar con los dedos de las manos.

Tumba del apóstol
Aspecto del Sarcófago con los restos del Apóstol Santiago

A partir de los años setenta del siglo XX, comienza un resurgir del Camino, gracias al empeño de anónimos amantes del Camino, un nuevo interés de las administraciones, las visitas del Papa a Santiago en los años ochenta y el renovado esfuerzo de la Iglesia, el desarrollo de múltiples asociaciones y cofradías y la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Los peregrinos del siglo XXI, hartos de la sobrecarga materialista, buscan un refugio ante el mundo que nos asfixia, y se ponen en marcha hacia Santiago. El año 2010 llegaron a Santiago 270.818 peregrinos de un centenar de países a pie, en bicicleta o a caballo, más una marea humana diaria imposible de contar de peregrinos en vehículos particulares o autobuses. En los últimos años, además, la cifra aumenta en torno a un 10% respecto al año anterior. Peregrinos que buscan y encuentran en el Camino abnegación, esfuerzo, espiritualidad, aventura, solidaridad, compañerismo, sudor, lágrimas y alegrías y mucho camino por andar.


Ultreia / Buen Camino

Ultreia o ultreya (del latín ultra -más allá- y eia -interjección para mover-) es un saludo entre peregrinos del Camino de Santiago. También sirve para animarse unos a otros en sus jornadas a pie (o en caballo o bicicleta) por los Caminos a Santiago.

Viene a significar «Vamos más allá», «Vaya adelante», «Date prisa, sigue adelante» (hacia Santiago de Compostela). En el presente no es un saludo muy habitual, siendo más común el de «¡Buen Camino!».

Este saludo jacobeo se tomó del Codex Calixtinus. Aparece en la parte musical del apéndice II, dentro del «Dum pater familias» («Mientras el padre de familia» o «Cuando aquel buen Padre»), conocido como «Canción de los peregrinos flamencos» o «Canto de Ultreya», himno o canto de los peregrinos a Santiago.

Parece ser que antiguamente los peregrinos se saludaban diciendo «Ultreia, suseia, Santiago» («Ánimo, que más allá, más arriba, está Santiago»). También se ha sugerido que cuando un peregrino saludaba a otro diciéndole «Ultreia» («Vamos más allá») el otro le respondía con «Et suseia» («Y vamos más arriba»).


La Compostela

Desde que la peregrinación a la Tumba de Santiago, surgida espontáneamente a lo largo de los siglos IX y X, se institucionalizó adquiriendo determinadas consideraciones sociales y religiosas, fue necesario acreditar haberla cumplido. Para ello, primero, se utilizaron las insignias que se adquirían únicamente en Santiago consistentes en la venera o concha de vieira.

Es fácil deducir la facilidad de falsificar esta rudimentaria certificación. Falsificación que se dio efectivamente, obligando a los prelados de Compostela y al mismísimo Papa a decretar penas de excomunión contra los falsificadores. Más eficaz, por ser más difíciles de falsificar, fueron las llamadas cartas probatorias, que ya se expedían en el siglo XIII. Estas cartas son el origen directo de La Compostela. En el siglo XVI los Reyes Católicos constituyeron la Fundación del Hospital Real y para él hicieron construir el edificio que hoy ocupa el Hostal de los Reyes Católicos, convertido el año 1954 en hotel de gran lujo. Los peregrinos al presentar La Compostela, adquirían el derecho a ser hospedados gratuitamente durante tres días. Las necesidades sanitarias de los peregrinos convirtieron a la institución, tras las necesarias ampliaciones, en el hospital mas importante de Galicia y, más tarde, en sede de la famosa escuela médica compostelana.

La aparición de los vehículos a motor y, ya en nuestro siglo, la popularización del turismo, significó una cierta crisis para la peregrinación. El esfuerzo y sacrificio en expiación de los pecados que hasta este momento significó la peregrinación, dejaban el paso a una actividad placentera y agradable en que emplear las vacaciones. Las autoridades civiles en otros santuarios comenzaron a expedir certificados de estas visitas imitando a La Compostela. (Tal es el caso de Tierra Santa, donde expide un certificado el Ministerio de Turismo israelí.). Gracias a Dios el Cabildo de la Iglesia Metropolitana de Santiago siguió expidiendo el certificado y reclamando, aunque con escaso éxito, el cumplimiento del deber fundacional por parte del hoy Hostal de los Reyes Católicos. No obstante, la Catedral actualmente limitó la «Compostela» a aquellos que acuden a la Tumba del Apóstol por motivo religioso y a pie, en bicicleta o a caballo. Para ello se exige haber recorrido como mínimo los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo o también los últimos 200 en bicicleta, quedan excluidas, por tanto, otras formas de desplazamiento para acceder a la Compostela, excepto cuando se trate de discapacitados que pueden venir en silla de ruedas sin motor.

Compostela
La Compostela

La traducción al idioma español del texto dice así:

El Cabildo de esta Santa Apostólica y Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana custodio del sello del Altar de Santiago Apóstol, a todos los Fieles y peregrinos que llegan desde cualquier parte del Orbe de la Tierra con actitud de devoción o por causa de voto o promesa peregrinen hasta la Tumba del Apóstol, Nuestro Patrón y Protector de las Españas, acredita ante todos los que observen este documento que: D. …………… ha visitado devotamente este sacratísimo Templo con sentido cristiano (pietatis causa).

En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia.

 Dado en Santiago de Compostela el día………mes……………año del Señor……….

El Canónigo Diputado para los Peregrinos