'si estás aquí, será por algo'

Equipo

El Camino sin mochila

En otra entrada anterior del blog ya comenté con cierto detalle el equipaje que un peregrino corriente suele llevar en su mochila. Siempre intentando minimizar el peso transportado y el lugar que ocupan las prendas y objetos a transportar en cada etapa, se termina reuniendo un escaso equipaje renunciando a lo «superfluo».

Acabo de entrecomillar la palabra superfluo porque hace unos días, navegando por internet, encontré un blog, denominado minimoblog, en el que se profundiza en un concepto, el del minimalismo existencial, y que llevado al terreno de su relación con el Camino de Santiago hace que por superfluo se entienda todo aquello que no aparece en la fotografía que está más abajo.

Mínimo
Esto sí es reducir el equipaje al mínimo posible…

Con lo que se ve en la imagen, una cantimplora, una riñonera, un sombrero, unas gafas de sol y una chaqueta técnica, una persona se ha planteado hacer este verano el Camino desde Sant Jean Pied de Port, es decir, el recorrido a pie de alrededor de un mes del Camino Francés desde la frontera con Francia hasta Santiago. Hay un pequeño truco y es que además el autor de esta idea lleva lógicamente lo puesto (1 muda de ropa completa) y en los bolsillos una serie de prendas y objetos adicionales. En caulquier caso la lista es reducidísima, para empezar no lleva mochila alguna. Después de ver esto, uno se plantea si no es un poco exagerado el equipaje que nosotros pensamos llevar para apenas 11 etapas. Mi mochila, de repente, me está pareciendo gigante, jejeje…

Para quien quiera ver algo más detalladamente en qué consiste el reto de esta persona y el equipaje completo (aunque minimo) que pretende llevar, puede saltar a su blog, en el que describen los preparativos, haciendo click aquí.


Los Bastones

Todos tenemos en la mente la imagen histórica del peregrino con su manto, su sombrero, su concha (vieira) de peregrino y su bordón del que pende una calabaza con agua. Hoy en día, esta imagen se ha visto ligeramente modificada y al igual que la indumentaria ha cambiado y actualmente los peregrinos visten ropas más o menos técnicas, ligeras, que secan con facilidad, de tejidos sintéticos que evacúan el sudor, etc… también es frecuente ver como el tradicional bastón del peregrino o bordón ha sido sustituído por el bastón telescópico de trekking o montaña.

Es un elemento de gran utilidad que debe formar parte de nuestro equipo y que sin duda nos ayudará a realizar el Camino con mayor facilidad, siendo incluso recomendable llevar no sólo uno sino dos bastones.

Procedentes del mundo del esquí, han sido adaptados para su uso en montañismo. Muchos son los que defienden sus bondades y muchos son también los que rehuyen su uso. Unos prefieren el uso de un solo bastón, otros el uso de dos a la vez.
Varios estudios científicos y médicos han demostrado que su uso favorece en gran medida la descarga de peso sobre nuestras rodillas, sobre todo cuando vamos muy cargados de peso y cuando afrontamos fuertes y/o largos ascensos y descensos.

En la actualidad, la mayoría de bastones disponibles en las tiendas especializadas son telescópicos, compuestos por dos o tres tramos o piezas que nos permiten recogerlos completamente en una sola, para ser transportados cómodamente en la mochila, y también graduar la altura del bastón para permitirnos acoplar correctamente nuestra postura al tipo de terreno por el que transitamos (se puede recoger algo si ascendemos y alargar cuando descendemos).

Bastón
Aspecto de un moderno bastón de trekking

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El uso de bastones esconde aún muchas bondades para la mejora del rendimiento y seguridad del senderista y el deportista de montaña en general y del peregrino en particular. Veamos algunas de ellas:

1.- Mejora del equilibrio.Mediante la manipulación coordinada de los bastones con cada paso del excursionista se consigue un mejor balance al desplazarse sobre cuatro puntos de apoyo. Simplemente cuestionemos que tan frecuente es posible ver algún animal cuadrúpedo tropezar y caer.

2.- Evitar lesiones en rodillas y tobillos.Al transferir parte de la carga que recibe el tren inferior (piernas) a el tren superior (brazos) la presión ejercida sobre las cápsulas articulares en rodillas y tobillos se reduce sensiblemente, esta transferencia se hace más importante cuando se carga una mochila y se magnifica el esfuerzo a las rodillas y tobillos por efecto de gravedad durante un prolongado descenso. El uso de bastones minimiza también la posibilidad de tener un esguince en tobillos o disminuir la gravedad del mismo en caso de que llegue a ocurrir.

3.- Seguridad en la Montaña. Hoy en día el uso de bastones en media o alta montaña debe ser tan imprescindible como el uso de unos buenos crampones o un piolet de buena calidad, si bien los bastones nos pueden auxiliar a evitar alguna lesión por fatiga o accidente, en caso de tener ya una lesión también nos pueden ayudar a salir de la montaña usando los bastones como medio de apoyo (muletas).

4.- Mejora del rendimiento, En ascensos prolongados y exigentes se distribuye la carga de trabajo de los cuádriceps y gemelos de las piernas hacia los músculos pectorales y de los brazos, por lo que la carga de trabajo y el gasto energético se traduce en una mejor administración por mayor número de grupos musculares, de esta forma prácticamente vamos caminando sobre cuatro extremidades.

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Como puede verse, el acierto en la elección de nuestro equipo es una de las claves del éxito de nuestra aventura. Ya se ha mencionado en otras entradas la importancia de una adecuada elección del calzado o de la mochila, como partes fundamentales de nuestro equipo. A la vista de lo comentado en esta entrada no se debería dejar de lado la elección de unos buenos bastones. Yo personalmente ya he ido probando el mío (aún dispongo de uno sólo) durante los recorridos previos de entrenamiento que estoy realizando, lo he encontrado de gran utilidad, sobre todo en terrenos difíciles, y estoy planteandome la posibilidad de adquirir un segundo bastón que me ayude a descargar en los brazos parte del sobrepeso debido a la mochila y conseguir así sobrecargar menos las piernas.

 


¿Cómo colgarse la Mochila?

Ya se ha comentado, en otras entradas del blog, la importancia de elegir una mochila adecuada, de limitar al máximo el peso a transportar en ella, de saber distribuir adecuadamente el peso, el equipaje que debemos introducir, etc…

Hoy quiero señalar algo igualmente importante y que puede ayudarnos a prevenir y evitar lesiones, dolores de espalda y demás contratiempos durante y después de realizar el Camino. Se trata de algo que para los que no andamos por la montaña todo el día, con la mochila a la espalda, puede resultar un gran misterio. Me refiero a ¿cómo debemos colocarnos la mochila?

Parto de la hipótesis de que disponemos de una mochila adecuada, anatómica y con suficientes enganches y ajustes para personalizarla según nuestras necesidades, es decir con apoyo en la cintura y altura de las asas regulables. Supuesto lo anterior esta es una de las cosas más importentes que no conviene olvidar: el peso de la mochila se carga sobre la cadera y nunca sobre los hombros.

Contrariamente a lo que pueda pensarse en principio las asas de la mochila (las cintas que van por encima de los hombros) no sirven para otra cosa que para evitar que la mochila se caiga hacia atrás.

Así pues, una vez que tenemos nuestra mochila con todo nuestro equipaje dentro procederemos a aflojar todas las cintas y correas que más tarde nos permitan ajustarla a nosotros. Hecho lo anterior nos la pondremos apoyando únicamente el soporte de la cintura en la cadera de la manera que nos sujetaría los riñones una faja o refuerzo lumbar. Por último ajustaremos la altura de las asas para garantizar que el peso apoye en la cadera y no en los hombros (es decir que queden algo holgadas) tras lo cual cerraremos el enganche que une ambas asas sobre nuestro pecho con lo que habremos terminado la maniobra correcta a la hora de colocarnos nuestra mochila.

Como ya se comentó en entradas anteriores, y a modo de recordatorio, cabe comentar que no debemos superar un peso entre mochila y carga superior al 10% del de nuestro propio cuerpo y que, para situar correctamente el centro de gravedad de la carga, conviene situar los objetos más pesados al fondo de la mochila y lo más pegados a nuestra espalda que sea posible, para que dicho centro de gravedad quede lo más cercano al nuestro y que así tanto nuestra espalda como nuestras pieernas sufran lo menos posible ante este cambio de pesos respecto a nuestro día a día.


Nuestro Equipaje

Una vez que tenemos la mochila adecuada, surge la pregunta de qué es lo que debemos llevar en ella.

Vuelvo a recordar que aligerar el peso que vamos a transportar es fundamental y que hay que evitar llevar nada superfluo. Ya comenté, al hablar de la mochila, que lo ideal es que cargada no supere nunca el 10% de nuestro peso propio y que lo idóneo es que, en cualquier caso, no sobrepase los 4 ó 5 Kgs. Hay que tener en cuenta también que, a lo largo del camino, nos vamos a encontrar con diversos comercios en las poblaciones que atravesaremos, en donde podemos ir adquiriendo ciertas cosas según las vayamos necesitando y por tanto no es necesario hacer acopio de ninguna mercancia. No vamos de acampada.

A título orientativo, se podría resumir a grandes rasgos nuestro equipaje en los siguientes epígrafes:

ROPA:

(ojo, en previsión de hacer el camino la segunda quincena de agosto, en épocas más frías habría que hacer ligeras modificaciones):

Cabe comentar aquí que una de las cosas que haremos al llegar a los albergues al final de cada etapa será lavar la ropa que hemos usado y tenderla para tenerla seca al día siguiente, por lo que con dos o tres mudas como mucho será suficiente y así conseguiremos aligerar bastante tanto el peso como el espacio ocupado por la ropa en la mochila. Ojo, la ropa que se use cada día hay que lavarla al final de la etapa, incluso aunque no se encuentre sucia estará sudada y puede ser fuente de gérmenes o incluso suponer la atracción a la mochila de chinces y otras plagas nada deseables.

  • 2 Camisetas de manga corta de Algodón o mejor aún de algún tejido técnico que evacúe el sudor (además de que secará más rápido cuando las lavemos), opcionalmente puede añadirse una de manga larga por si refresca algún día o una tercera de manga corta por si surge algún imprevisto, se deteriora una de las que llevamos o algún día no podemos hacer la colada.
  • 2 Pantalones cortos, tipo bermudas o similar. Lo ideal es que uno de ellos sea de tipo desmontable con lo que tendremos un 2 en 1 y la posibilidad de llevarlo como bermudas o bien como pantalón largo en caso de que baje la temperatura.
  • Bañador, que podemos usar al finalizar la etapa, también para ducharnos o incluso para darnos algún chapuzón si surge la oportunidad por el camino. Nos servirá además como un tercer pantalón corto extra ante cualquier eventualidad.
  • 2 ó 3 Mudas de ropa interior.
  • 2 Pares de Calcetines de montaña tipo coolmax o similares (transpirables), SIN COSTURAS para evitar rozaduras. Un tercer par, de nuevo, puede sacarnos de algún aprieto si por el camino se nos moja el par que llevamos puesto y no tenemos un segundo par seco aún.
  • Forro polar o bien un cortavientos, por si en algún momento hemos de abrigarnos algo más (por ejemplo al amanecer si comenzamos las etapas bien temprano).
  • Impermeable para la lluvia. Lo ideal es uno tipo poncho que además cubra la mochila y sea fácil de poner y quitar sin tener que realizar muchas maniobras. Si además es de un color vivo, mejor que mejor, pues facilitará que seamos visibles por ejemplo en un tramo junto a la carretera.

HIGIENE PERSONAL:

  • Pasta y Cepillo de dientes.
  • Maquinilla de Afeitar (los hombres).
  • Compresas y/o tampones (las mujeres)
  • Desodorante.
  • Papel higiénico, con medio rollo es suficiente porque nunca se sabe cuando se puede necesitar, jejeje…
  • Peine, quien lo necesite, jijiji…
  • Cortauñas.
  • Toalla de baño mediana, lo ideal son las sintéticas de gimnasio que no pesan, apenas ocupan lugar y secan rápido.
  • Gel y Champú en sobres individuales del estilo de las amenities de los hoteles para ir desechándolos según se van utilizando.

Todo esto lo llevaremos en un neceser independiente, para prevenir fugas de líquidos y que se nos ensucien o mojen el resto de prendas y objetos que llevemos en la mochila.

Además, a parte, llevaremos unas chanclas de ducha que, además de protegernos ante el posible contagio de hongos al ducharnos, nos servirán para descansar los pies al final de cada jornada.

BOTIQUÍN:

  • Protector solar con una protección adecuada a cada uno. Caminaremos muchas horas bajo el sol, conviene protegerse de quemaduras y otros problemas.
  • Alcohol (puede ser de romero que además servirá como loción para los dolores musculares).
  • Vendas y esparadrapo.
  • Antiséptico (tipo betadine).
  • Crema antiinflamatoria (tipo voltarem).
  • Barrita de amoniaco para picaduras de insectos (tipo after bite).
  • Vaselina, para evitar rozaduras.
  • Paracetamol.
  • Comprimidos para la diarrea (fortasec o similares).
  • Cacao para los labios.
  • Pinzas para depilar.
  • Tiritas tipo compeed o similares para prevenir la aparición de ampollas en los pies.
  • Aguja e hilo, para curar las ampollas en caso de que éstas finalmente aparezcan. Hay que llevar también un encendedor para esterilizar la aguja.

También existen farmacias en algunas de las localidades por las que pasaremos, e incluso en los albergues disponen de botiquines, pero no está de más llevar este kit de emergencias, eso sí, lo más reducido posible, es decir de todo lo anteriormente indicado no hay que llevar la caja entera, jejeje…

DOCUMENTACIÓN:

Esto es aconsejable llevarlo en una riñonera o similar de la que, por seguridad, intentaremos no separarnos ni siquiera mientras nos duchamos.

  • D.N.I.
  • Credencial del peregrino.
  • Tarjeta sanitaria.
  • Tarjeta de crédito. A lo largo del camino encontraremos cajeros automáticos en muchas poblaciones, aunque no en todas, por lo que no es necesario (ni conveniente) llevar demasiado dinero en efectivo. Se puede preveer un gasto aproximado por día de unos 30-40 €, más o menos. Conviene ser previsor en este aspecto y si no es necesario no llevar en efectivo más del dinero necesario para dos o tres días.

ACCESORIOS VARIOS:

  • Saco de dormir (lo más ligero y reducido posible), para el verano uno de 15º será más que suficiente. Deberá estar siempre protegido, limpio y seco.
  • Esterilla aislante, que nos permitirá dormir en el suelo si es necesario por estar los albergues completos.
  • Funda de almohada.
  • Linterna pequeña, para no molestar en el albergue si tenemos que levantarnos al baño o buscar algo en la mochila. También podría ser una tipo frontal, para la cabeza, que puede servirnos además como iluminación si pretendemos emprender las etapas muy temprano o si por algún imprevisto algún día terminamos una vez haya anochecido (aunque esto debe evitarse por todos los medios).
  • Cantimplora, bolsa tipo camelbag o Bidón, que podremos ir rellenando en fuentes o con botellas por el camino (no es necesaria mucha capacidad, 1 litro supone ya un peso de 1 Kg. en la mochila)
  • Guía del recorrido. Podemos fotocopiarla y así ir deshaciéndonos de las hojas que no nos vayan haciendo falta según recorremos las etapas.
  • Gafas de sol.
  • Tapones para los oídos, para combatir los ronquidos en los albergues si tenemos el sueño ligero.
  • Bolsas de plástico de distintos colores y que no sean ruidosas al arrugarse (para no molestar en el albergue). Nos permitirán tener el equipaje agrupado en la mochila y poder acceder así fácilmente a lo que necesitamos en cada momento sin tener que deshacer la mochila entera, además de mantener los objetos secos. También nos serán útiles para guardar ropa sucia o recoger basura que generemos por el camino hasta poder tirarla en una papelera o contenedor.
  • Jabón para lavar la ropa. Si llevamos detergente, una bolsita, no más de lo imprescindible.
  • Alguna pinza y una cuerda que pueda servirnos para tender la ropa atándola en cualquier lugar si fuera necesario. También es conveniente llevar algunos imperdibles que nos permitirán colgar la ropa de la mochila mientras andamos para que termine de secarse en caso de que no se haya secado el día anterior.
  • Un cuaderno de notas y un bolígrafo por si queremos anotar algo.
  • Cuchara, tenedor y cuchillo, o bien navaja multiusos.
  • Alguna bolsa de basura grande que puede en un momento de emergencia servirnos de impermeable o bien para poder ponerla en el suelo en algún lugar húmedo para evitar así mojarnos.

Se puede llevar una cámara de fotos, lo más compacta y ligera posible.

Aunque durante el caminar diario es mejor desconectarlo para disfrutar por completo del camino, es recomendable llevar un teléfono móvil que nos puede sacar de más de un apuro y con el que estaremos en contacto con familiares y amigos al término de las etapas. Llevaremos también el cargador ya que en los albergues podremos recargarlo. No está de más llevar un «ladrón» para la luz por si los enchufes en el albergue están ocupados.

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Dicho todo esto, recuerdo que a la hora de cargar todo este material en la mochila conviene poner los objetos más pesados en el fondo de la misma y lo más pegados posible a la espalda, intentando repartir el peso de forma simétrica.

Será también conveniente, antes de partir, meter y sacar varias veces de la mochila todo el material para tener la costumbre adquirida de colocar rápidamente las cosas en el mismo lugar y llevar siempre la mochila compensada.

También es conveniente, cuando estemos realizando la preparación física previa a emprender el camino, realizar alguna caminata cargados ya con la mochila y todo lo que pensamos transportar más adelante en ella de forma que nos vayamos acosumbrando al peso y a caminar cargados.

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Además FUERA DE LA MOCHILA llevaremos:

  • Bordón o bien  1 ó 2 Bastones extensibles de trekking, que nos ayudarán a caminar, marcar el ritmo y supondrán un punto de apoyo importante en ascensos y bajadas, aportándonos seguridad y sirviéndonos además como arma disuasoria o quitamiedos ante animales salvajes y/o perros que puedan aparecer por el camino.
  • Sombrero (mejor que una gorra que no nos protege el cuello ni los laterales de la cara), a ser posible de ala ancha puesto que generalmente caminaremos de este a oeste y por tanto nos dará el sol principalmente por el costado izquierdo (uno de paja sería ideal porque además ventila y transpira con facilidad).
  • Concha de peregrino – Vieira – (opcional). Como curiosidad he de comentar que actualmente se está poniendo de moda llevar colgado de la mochila algún muñeco o peluche pequeño (no sé muy bien por qué).
  • Silbato (por si necesitamos ayuda en caso de ir solos).

Es recomendable llevar una riñonera o similar, puesto que en ella podemos portar la documentación y objetos de valor (móvil, dinero, tarjetas) de forma que vayamos donde vayamos no nos separemos de ellos incluso aunque nos hayamos quitado la mochila de los hombros para comer o descansar.

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Elegir Mochila

Llegada la hora de empezar a reunir el material que será necesario para acometer el camino, cobra gran importancia la elección de una mochila adecuada. Quizá, depués del calzado, éste es otro elemento al que hay que prestar especial atención.

Hay que tener en cuenta que, independientemente de lo que vayamos a llevar en ella (algo que se recogerá en otra entrada del blog), no es recomendable superar un peso mayor del 10% del peso propio. Por ello una mochila de unos 40 litros de capacidad será más que suficiente y puede que en algún caso incluso algo menor también baste.

Es fundamental intentar reducir al mínimo el peso que vamos a acarrear, por lo que no llevando una mochila con demasiada capacidad evitamos la tentación de cargarla de cosas no necesarias.

La mochila debe ser cómoda, de tipo anatómico (que se pueda regular la altura de la espalda), ligera y acolchada, que permita además, en tiempo caluroso, tener una buena ventilación en la espalda. Conviene que tenga bolsillos laterales y superior independientes para tener fácil acceso a cantimplora, documentación y demás sin tener que deshacer el resto. Debe llevar correas tambien en caderas y pecho para así descargar el peso de los hombros. Por último es recomendable que a ser posible disponga de funda para la lluvia (y si es de un color vivo mejor, para ser visibles bajo la lluvia, por ejemplo en una carretera).

Mochila
Mochila anatómica con sistema de ventilación

Una mochila mal escogida puede ser nuestra cruz, así que conviene probar en la tienda varios modelos hasta dar con aquel que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Ojo, como consejo general repito: no se debe llevar más del 10% del peso propio y, en ningún caso, se debe superar los 9 kgs. (siendo lo ideal entorno a 4 kgs.), aunque seamos unos «fortachones», jejeje…

Convendrá, al igual que con el calzado, realizar alguna salida previa, con la mochila que vayamos a llevar al camino, cargada con lo que llevaremos, para así comprobar que su peso es el correcto y no nos va a dar grandes problemas. No está de más pesar la mochila cargada en casa, antes de salir, para comprobar que no nos hemos excedido al cargarla.

A la hora de cargarla conviene distribuir el peso simétricamente, colocando las cosas más pesadas en la parte inferior y pegadas a la espalda.

En otra entrada posterior, detallaré lo que conviene llevar en ella.


Equiparse o Morir

Jajaja… vaya título tan radical para esta entrada del blog. Bueno, tampoco va a ser para tanto.

El caso es que no hay mucho tiempo hasta el día de partir hacia O Cebreiro y ha llegado el momento de ir reuniendo el equipo necesario para realizar el camino con ciertas garantías. Y algo que es de cierta importancia, para ir poniendo a prueba todo el material antes de partir hacia la aventura. Pensad lo fastidioso que sería descubrir el primer día lo duras que son esas flamantes botas que acabas de estrenar para la ocasión, o las rozaduras que te están produciendo esos calcetines con costuras en el interior pero que tan bonitos son por fuera.

Lo primero que un «novato» en esta aventura como yo piensa es: ¿y qué me llevo?. Afortunadamente la información abunda hoy en día en la red y tras una ligera investigación es  posible hacerse una idea clara de lo que uno va a necesitar. Por supuesto no es nada desdeñable el consejo que siempre te puede dar tu primo el que hace cuatro años hizo el camino, o la vecina de tu madre que tiene una hija que fue con las amigas y no sé qué hacía para remediar el problema de las ampollas con una crema buenísima que compró en el herbolario de la esquina. En cualquier caso, si uno aspira a hacerse una idea global y cubrir casi todos los aspectos del viaje, me sigue pareciendo que la forma más directa es bucear un poco en la red y alcanzar así fácilmente algunas conclusiones más contrastadas. Paso a relatar las más importantes a las que yo creo que he llegado comenzando por el calzado adecuado. Más adelante, en nuevas entradas del blog iré tratando y analizando otros aspectos relativos al equipo como pueden ser la mochila, la ropa, el botiquín de primeros auxilios y demás.

EL CALZADO ES LA CLAVE

Sólo voy a hacer una cuenta rápida, suponiendo que cada paso que uno dé recorriese un metro (evidentemente se recorre menos), en un recorrido de 133,6 Km. habría dado 133.600 pasos, eso sí, muy largos. Pongamos algunos pasos más y redondeemos sin rubor la cifra a 200.000 pasos. Está claro, ¿no?. Nada de llevar esas zapatillas tan cómodas que ya no uso para jugar al pádel porque en un abrir y cerrar de ojos acabarán destrozadas y destrozando mi principal herramienta para esta tarea, mis pies.

A ver, no es lo mismo pasear un rato cada 3 meses por la playa que caminar de forma continuada durante una semana por todo tipo de terrenos. Esto también es fácil de comprender.

Zapatillas de Montaña
Zapatillas de Montaña

Conclusión: hay que hacerse con unas buenas botas de trekking o montaña, ligeras, flexibles, con una suela adecuada que amortigüe y agarre convenientemente, que permitan la transpiración del pie y, según la época, preferiblemente impermeables, algo mayores del número que se gaste habitualmente (el pie se dilatará con el calor y con el transcurso de los pasos se ensanchará) y QUE HABRÁ QUE UTILIZAR EN LAS DISTINTAS SESIONES PREVIAS DE ENTRENAMIENTO ANTES DE PARTIR HACIA EL CAMINO para acomodarlas a los pies y llevarlas ya «domadas».

Botas de Montaña
Botas de Montaña

Repito, para terminar, que soy un completo «novato» en la materia, por lo que a continuación y para quien quiera profundizar en el tema añadiré un enlace a una página web en la que he encontrado el análisis más profundo y la opinión a mi juicio más cualificada de un «experto» sobre el tema:

La Opinión del Experto